Si el Asesor o Asesora cree que existe o puede existir un conflicto de intereses, el primer paso para gestionarlo es declararlo a BREEAM ES, junto con las medidas propuestas o adoptadas para tratar el posible conflicto. BREEAM ES puede confirmar o recomendar las medidas que deben tomar las partes pertinentes (incluidos nosotros) para mantener la objetividad de la evaluación y su resultado.
El personal Asesor debe informar a BREEAM cualquier conflicto potencial en la fase de registro de la evaluación; o en el momento apropiado posterior cuando el conflicto potencial se haga evidente y antes de que la evaluación se presente para lograr la certificación.
Los Asesores/as autorizados/as pueden, y a menudo necesitarán, “asesorar” a clientes, equipos de proyecto y propietarios/gestores de activos sobre si una o más soluciones propuestas son conformes y cómo interpretar los criterios de evaluación con el fin de definir, diseñar o proponer soluciones conformes. Este tipo de asesoramiento no constituye necesariamente un conflicto de interés, pero es necesario ser conscientes para que no dé lugar a uno.
Al presentar la evaluación de un proyecto para su verificación, el Asesor/a debe presentar una declaración firmada que confirme las funciones desempeñadas por el Asesor/a, la Organización Autorizada y cómo se ha gestionado cualquier posible conflicto de interés. No es suficiente una declaración que confirme que no existe ningún conflicto de interés.
En estas circunstancias, la evaluación y las evidencias presentadas pueden ser objeto de una revisión más detallada. Cuando BREEAM ES tenga dudas sin resolver en relación con los posibles conflictos de interés, se podrán imponer medidas adicionales para verificar la integridad de la evaluación presentada.