El agua es un bien fundamental para la vida y un recurso muy escaso en varias partes del mundo. Habitualmente se asocia la eficiencia de un inmueble con el ahorro energético, pero un edificio sostenible también ahorra agua y evita un consumo irresponsable.
Una de las diez categorías de la metodología BREEAM® es la de Agua, que incluye una serie de requisitos relacionados con la eficiencia del edificio en la gestión y el consumo de este recurso. Estas medidas siempre tienen como finalidad el superar las exigencias normativas, por lo que un edificio sostenible puede alcanzar un ahorro de agua de hasta el 40% respecto a otro que no lo sea.
¿Qué requisitos evalúa BREEAM®?
El número y la ponderación de estos requisitos varía en función del esquema BREEAM® que utilicemos, ya que no es lo mismo el ahorro de agua de una vivienda que el de un centro comercial. No obstante, hay medidas evaluables para obtener el certificado que son comunes y aplicables a casi todas las tipologías de edificio.
- Griferías de bajo caudal: Uno de los requisitos indispensables para garantizar el ahorro de agua es contar con grifos de bajo caudal. En edificios con baños de uso público, también se valora la instalación de sensores que garanticen su funcionamiento solo cuando son necesarios. Este tipo de griferías ahorra hasta la última gota.
- Reciclado de aguas grises o pluviales: Las aguas grises son las que sobran del lavavajillas, la ducha o al lavarnos las manos y pueden reutilizarse para fines sanitarios con un tratamiento sencillo y eficaz. El mismo proceso sirve para reutilizar las aguas pluviales y de esta manera se pueden ahorrar muchos litros de agua cada vez que tiramos de la cadena, al fin y al cabo, ¿por qué utilizar agua potable en el inodoro?
- Monitorización del consumo: Otro requisito que valora BREEAM® es la instalación de un sistema que permita monitorizar el consumo de agua en el edificio. Una manera de gestionar su consumo de manera eficiente y de evaluar posibles medidas para lograr un mayor ahorro.
- Riego por goteo y vegetación autóctona: Las zonas verdes aportan multitud de beneficios en un edificio, pero su mantenimiento puede implicar un mayor gasto de agua. Un sistema que minimiza el consumo es el riego por goteo, que aporta a cada planta la cantidad necesaria de agua. Por otra parte, utilizar vegetación autóctona no solo contribuye a preservar la biodiversidad del entorno, sino que reduce drásticamente el gasto de agua en espacios exteriores, ya que las plantas están adaptadas al clima del lugar.
Medidas alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)
Ya expusimos como la metodología BREEAM® de construcción sostenible contribuyen a cumplir los 17 ODS de la ONU. La categoría Agua, en concreto, esta alineada con el Objetivo 6, que persigue garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y de saneamiento para todos.
Los requisitos evaluados por BREEAM® no se limitan a la gestión sostenible del agua, también valora otras medidas como los sistemas de filtrado que evitan la contaminación de los recursos hídricos del entorno.
Según estimaciones de la ONU, se espera que en el año 2050 un 25% de la población mundial viva en un país afectado por la escasez crónica de agua dulce y por eso es tan necesario que seamos responsables con su consumo durante nuestro día. Valorándola como un recurso escaso.
