A menudo no somos conscientes de la influencia que puede tener la ubicación de un edificio con su nivel de sostenibilidad. Algunos de los requisitos que evalúa BREEAM® están relacionados con la localización del inmueble, ya que influye en aspectos como el nivel de emisiones de CO2 o el grado de confort y salud que presta un edificio a sus usuarios. La importancia de la ubicación varía según la tipología del edificio, pero ofrece los mismos beneficios:
- Proximidad de servicios básicos. Este es uno de los requisitos que evalúa BREEAM® y que una buena ubicación puede facilitar. Es necesario que un edificio cuente con el mayor número de servicios posibles en sus proximidades, ya que de esta forma se aumenta la calidad de vida de las personas que lo utilizan y se reduce la dependencia del coche para ir al supermercado, la farmacia o a los centros escolares.
- Mayor acceso al transporte público o alternativo. Es importante que un edificio sostenible cuente con suficientes accesos y paradas de transporte público en sus inmediaciones. Una buena ubicación ofrece a los usuarios la posibilidad de ir caminando, en transporte público o en bicicleta a su lugar de trabajo, vivienda o centro de estudio.
- Menores emisiones de CO2. Directamente relacionado con el punto anterior, ya que un inmueble bien ubicado permite a sus usuarios reducir el uso de vehículos motorizados. En este aspecto hay que destacar los edificios logísticos certificados con BREEAM®, que cuentan una localización próxima a las principales vías de comunicación para reducir los trayectos y, por lo tanto, la cantidad de emisiones de los vehículos de transporte.
- Reutilización del suelo y conservación del entorno. Construir y ubicar un edificio sobre suelo previamente urbanizado es un requisito valorado por BREEAM®. De esta manera hay un mayor aprovechamiento del suelo y se evita la edificación de terreno natural no urbanizado que puede preservarse o dedicarse a otros fines.
Estas medidas influyen en nuestra calidad de vida y fomenta hábitos de movilidad que reducen las emisiones de CO2, cuidando al mismo tiempo la salud de las personas y el medioambiente. Una muestra de lo determinante que resulta la ubicación cuando se quiere certificar la sostenibilidad de un edificio.