Las 5 claves de una vivienda sostenible que mejoran tu SALUD

signCuando compramos o alquilamos una vivienda pensamos en ubicación, precio y quizás en eficiencia energética, pero ¿qué pasa con nuestra salud? Descubre 5 aspectos a tener en cuenta y que seguro te sorprenderán

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Por Lucía Rivas Rodríguez,
Arquitecto Técnico  
y Félix Rodríguez Fernández,

Relaciones Institucionales BREEAM® España

 

Cuando hablamos de una vivienda sostenible solemos centrarnos en sus ahorros energéticos, pero hay otros aspectos que pueden mejorar nuestra SALUD y que debemos tener en cuenta a la hora de comprar o alquilar nuestra vivienda. Veamos cuáles son:

1 Iluminación natural

¿Sabías que un buen acceso a la iluminación natural en la vivienda reduce el riesgo de enfermedades como depresión, insomnio, estrés, fatiga crónica o cefaleas?

Ya en 1937, el premio Nobel en fisiología y medicina Albert Szent-Gyïogyi, descubrió que muchas enzimas y hormonas tienen color y son sensibles a la luz. Cuatro décadas después, el Dr. Charles Czeisler, de la Escuela de Medicina de Harvard, demostró que la luz diurna sincroniza nuestro ritmo circadiano, es decir, nuestro reloj interno.

La principal característica que hace única a la luz natural respecto a la iluminación artificial es su perfecto rendimiento con variaciones de intensidad, color, distribución de luminancias y con una dirección variable a lo largo del día. Estos aspectos, al igual que el tiempo atmosférico y las estaciones del año, son factores que influyen en el estado de ánimo de las personas. En 1984, el psiquiatra Norman Rosenthal utilizó por primera vez el término “trastorno afectivo estacional”, una forma de depresión cuyo origen se explica que se manifiesta a medida que se acerca el invierno y las horas de luz se van reduciendo.

Las teorías actuales sobre las causas de este trastorno se concentran en el papel que podría tener la luz solar en la producción en el cerebro de hormonas clave como la melatonina y serotonina, que ayudan a regular los ciclos de sueño-alerta, la energía y el estado de ánimo.

Además, el uso de luz natural es de vital importancia para conseguir una buena calidad de aire interior, y eso nos lleva al segundo punto de nuestra lista.

 

1 Calidad del aire interior

¿Sabías que la contaminación del aire interior de las viviendas es entre 2-5 veces mayor que en ambientes exteriores? Sorprendente ¿verdad? ¿Y que una mala calidad del aire interior puede provocar a medio plazo síntomas como infecciones de las vías respiratorias, irritaciones de los ojos, nariz y garganta, dolores de cabeza y mareos?

Si no fuesen datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (informe “Burden of disease from Household Air Pollution for 2012”) seguramente ni lo creeríamos. Incluso el British Medical Journal ha publicado informes constatando que la acumulación de radón en el aire de nuestras viviendas incrementa notablemente las posibilidades de padecer cáncer de pulmón. Conozcamos las dos principales causas de un aire interior de mala calidad: 

  1. Tanto en la construcción como en la decoración de las viviendas suelen utilizarse materiales que contienen sustancias contaminantes como los compuestos orgánicos volátiles (COVs), el asbesto, el plomo, etc.
  2. Con el objetivo de evitar las pérdidas de calefacción y/o aire acondicionado, también ha sido habitual el diseño de viviendas herméticas o poco ventiladas que limitan el intercambio de aire con el exterior. Esto conlleva que se generen o almacenen contaminantes como moho, hongos, bacterias, formaldehídos, radón, COVs, etc.

Están tan comprobados estos efectos que el Código Técnico de la Edificación, de obligado cumplimiento, caracteriza y cuantifica el caudal mínimo de ventilación exigible para cada tipo de local en función del número de ocupantes para dormitorios y salas de estar, o en función de los metros cuadrados en cocinas y trasteros. 

Los certificados voluntarios y privados de construcción sostenible van más allá de la normativa y exigen unos requisitos más exigentes que eviten estos efectos en la salud de los ocupantes de una vivienda certificada como sostenible. Pero volvamos al tema de las sustancias contaminantes en nuestras viviendas… ¿qué es eso de los COVs?

 

1 No a los COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles)

La presencia de COVs es un problema más habitual de lo que pensamos. En 1993, la muestra del centenario de la Casa de la Moneda tuvo que ser cerrada al público durante tres días porque la sensación de picor y ardor en ojos, nariz y garganta de los asistentes era insoportable.¿Cuál fue el motivo? Los paneles utilizados para montar la exposición habían sido tratados con formol como tratamiento ignífugo y las concentraciones de formaldehído fueron superiores a las permitidas.

Otro ejemplo, ¿Has notado alguna vez un olor similar al barniz al abrir los muebles de una cocina o un armario? El causante es el formaldehído, una sustancia química incolora, inflamable y de olor fuerte que se usa en algunos productos de madera, pegamentos y adhesivos, telas de planchado permanente, revestimientos de productos de papel y ciertos aislantes.

Pero hay muchos más Compuestos Orgánicos Volátiles con los que compartimos nuestras viviendas. Hay una amplia gama de sustancias entre las que figuran los hidrocarburos (alcanos, alquenos y aromáticos), los halocarburos (por ejemplo, el tricloroetileno) y los oxigenatos (alcoholes, aldehídos y cetonas). Todos ellos son componentes orgánicos suficientemente volátiles como para existir en forma de vapores en la atmósfera en condiciones normales.

Por eso es tan importante que entidades independientes puedan certificar qué viviendas han sido construidas minimizando al máximo el uso de COVs en los materiales de construcción. Y libres de emisiones de NOx, que es el siguiente punto de nuestro listado y otro de los que debemos tener en cuenta si queremos un hogar saludable.

 

4 Mínimas emisiones de NOx

Además de lo expuesto anteriormente ¿existen otros contaminantes a tener en cuenta dentro del hogar? Sí. Los contaminantes resultantes de la combustión para producir la energía necesaria para la calefacción de la vivienda y sistemas de agua caliente sanitaria (ACS). 

 Aunque las emisiones de NOx solemos asociarla a la contaminación de los vehículos, los datos de la Organización Mundial de la Salud (marzo de 2014) vuelven a sorprendernos: cada año mueren prematuramente más de 4 millones de personas por enfermedades atribuibles a la contaminación del aire como consecuencia del uso de combustibles sólidos para cocinar en los hogares. 34% por accidentes cerebrovasculares, 25% por cardiopatías isquémicas, 13% por neumonía…

¿Es este un problema de países subdesarrollados o también me afecta a mí en la España del siglo XXI?

La respuesta la dará en gran medida el tipo de caldera de tu edificio o de tu vivienda. Según su nivel de emisiones, se clasifican en: Clase 1, 2, 3, 4 y 5 (las más eficientes al situar sus emisiones de NOx por debajo de 70mg/KWh). Los certificados voluntarios de construcción sostenible, por ejemplo, otorgan puntuación en sus metodologías cuando las dichas calderas son, al menos, de clase 4.

Lógicamente, el empleo de electricidad procedente de fuentes de energía renovables como la eólica o fotovoltaica elimina el problema de raíz. Son las llamadas fuentes renovables de cero emisiones de NOx, ya que para la producción de energía no realizan ningún proceso de combustión. Pero en la España del siglo XXI, estamos lejos de una generalización de las fuentes de energía renovable en el sector residencial.

 

5 Aislamiento acústico

¿Sabías que el ruido es la segunda causa de enfermedades ambientales sólo superada por la contaminación atmosférica? ¿Y que a largo plazo puede llegar a causar patologías como la dificultad en el aprendizaje, trastornos del sueño o de la memoria?

El estudio del efecto del tráfico rodado y aéreo en niños de 9-10 años que vivían alrededor de los aeropuertos de Barajas (Madrid), Schipol (Amsterdam) y Heathrow (Londres), concluyó que la exposición a ruido aéreo crónico perjudica la comprensión lectora y la memoria, y que cada incremento de 5 dB(A) supone un retraso entre 1 y dos meses en la edad de lectura.

Además, la Organización Mundial de la Salud, en su informe “Burden of disease from environmental noise. Quantification of healthy life years lost in Europe 2011” dictamina que la exposición a niveles elevados de ruido produce trastornos en la salud de las personas como pérdida de audición, enfermedades cardiovasculares (hipertensión, angina de pecho o infarto de miocardio), nos afecta a la capacidad de atención, genera estrés, trastornos del sueño, aumenta la irritabilidad y trastornos en el aprendizaje.

Pero… ¿son problemas exclusivos de viviendas ubicadas cerca de aeropuertos, estaciones intermodales o grandes avenidas? ¿Qué pasa si necesito descansar para recuperarme de una enfermedad o concentrarme para una determinada actividad y no puedo porque el ruido del tráfico o de mis vecinos me lo impide?

La normativa establece unas exigencias básicas para limitar, dentro de los edificios y en condiciones normales de utilización, el riesgo de molestias o enfermedades que el ruido pueda producir a los usuarios. Los certificados voluntarios de construcción sostenible van más allá de la normativa y exigen mejorar los niveles mínimos exigidos por el Código Técnico de la Edificación, exigiendo mediciones realizadas por un laboratorio acreditado una vez terminado el edificio y otorgando puntos en función de los decibelios de mejora.

 

Resumiendo…

Ya tenemos las pautas para elegir bien la compra o alquiler de una vivienda pensando también en nuestra salud, además del precio y la ubicación del inmueble. Es difícil exigir la demostración de estos aspectos al vendedor de la vivienda, pero para eso nacieron los certificados independientes de construcción sostenible.

El primero de estos certificados nació en Reino Unido en 1990 ¡hace 25 años! y su éxito internacional se debe a que son una garantía de calidad para el comprador de la vivienda, un elemento diferenciador para el vendedor, y repercute en beneficios económicos, ambientales y de confort y salud para todas las personas vinculadas a la vida del edificio: inquilinos, usuarios, promotores, propietarios, gestores, etc.

  • Si lo deseas, puedes descargar gratuitamente la metodología BREEAM Vivienda
  • Fuentes del artículo aquí

 

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