El sector de la construcción es uno de los más contaminantes el planeta. Los certificados de construcción sostenible evalúan y proponen medidas para reducir la huella de carbono.
19 Julio 2019 – El efecto invernadero es la principal preocupación medioambiental de los gobiernos. Reducir la huella de carbono se ha convertido en una prioridad para frenar el aumento de la temperatura global, que cada año crece un poco más y amenaza la biodiversidad y la habitabilidad de nuestro planeta.
Según el “Informe de estado global de 2018 – Hacia un sector de edificios y construcción con cero emisiones, eficiente y resilente”, elaborado por la Agencia Internacional de Energía (AIE) y ONU Medio Ambiente, el 39% de las emisiones totales de CO2 a la atmósfera están relacionadas con la construcción de edificios en todas sus fases: edificación, uso y demolición. La fabricación del cemento, el transporte de los materiales a la y la energía utilizada en el funcionamiento diario del edificio, son las principales fuentes de emisiones a la atmósfera.
La única solución pasa por construir de manera sostenible, una tendencia que se ha incrementado en los últimos años y que aporta beneficios medioambientales, económicos y de salud para las personas que viven en ellos. Los certificados de construcción sostenible como BREEAM® garantizan que un edificio cuenta con los requisitos mínimos para cumplir los beneficios mencionados.
Repasamos 10 medidas evaluadas por BREEAM® que contribuyen a reducir las emisiones de CO2 provocadas por la construcción y el uso de los edificios.
1· Aplicar medidas sostenibles durante todo el proceso de gestión de la obra. Buena comunicación al lugar de trabajo para reducir los desplazamientos en coche, optimizar el uso de maquinaria o reutilizar materiales y residuos que se generen en la obra.
2· Instalar y utilizar fuentes de energía renovables para la autonomía energética del inmueble.
3· En el caso de las viendas, incorporar electrodomésticos con alta calificación energética que sean eficientes y reduzcan el consumo.
4· BREEAM® también valora que un edificio tenga un correcto aislamiento térmico para limitar la dependencia del uso de climatizadores.
5· Por otra parte, existen sistemas de climatización sostenibles. Como las bombas de calor, que tienen un rendimiento energético muy superior al de un climatizador convencional y sirven tanto para refrigerar como para calenta una estancia mediante energía geotérmica, que es renovable y puede instalarse en cualquier edificio.
6· Proximidad a servicios báiscos y paradas de transporte público. Por ejemplo, que no sea necesario utilizar el coche para ir al supermercado.
7· Otra medida que evalúa nuestra escala de construcción sostenible es la promoción de transportes alternativos. BREEAM® puntúa que los edificios tengan un parking de bicis o puntos de recarga para coches eléctricos.
8· Se promueve el uso de un sistema de monitorización para controlar y regular el consumo energético. Una forma eficaz de prever el gasto del inmueble y tomar decisiones eficaces.
9· Priorizar la entrada de luz natural en el diseño interior. Favorece la salud de las personas y ahorra electricidad al reducir el uso de iluminación artificial durante el día.
10· Promover la existencia de zonas verdes en las inmediaciones o en el interior del recinto. Los vegetales absorben una parte del CO2 emitido por el edificio.
Aunque no es necesario cumplir todos estos requisitos para certificar un edificio, muchos se complementan y no requieren un gasto excesivo para su implementación. Controlar el consumo energético, reducir el uso del coche o aplicar sistemas de climatización alternativos, son aspectos evaluados por BREEAM® que contribuyen a reducir la huella de carbono provocada por la construcción. Pequeños pasos que reducen el CO2 y ayudan a cuidar el planeta.
