El 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Tierra, una fecha importante que nos recuerda la necesidad de proteger la casa de todos. La salud del planeta está íntimamente ligada a nuestro propio bienestar y debemos adoptar las medidas necesarias para reducir el impacto del cambio climático si queremos garantizar nuestro estilo de vida a largo plazo.
En 1990 BRE creó BREEAM, el primer certificado de construcción sostenible del mundo, para combatir la contaminación y el impacto ambiental de los edificios, que actualmente son responsables del 40% de las emisiones de CO2 globales. A pesar de que la sostenibilidad gana protagonismo dentro del sector de la edificación, es necesario ofrecer soluciones sostenibles a una escala global y en todas las actividades económicas.
Con el fin de aportar un poco de optimismo a este Día Internacional de la Tierra, hemos querido recordar algunos de los acuerdos climáticos más importantes de la humanidad:
Tratado Antártico (1959): Uno de los primeros acuerdos internacionales en materia medioambiental fue El Tratado Antártico, que estableció la Antártida como una reserva natural dedicada a la ciencia. Los países firmantes acordaron no realizar actividades militares en este continente y trabajar juntos para proteger la vida silvestre y los recursos naturales de la región.
Protocolo de Montreal (1987): Un acuerdo que nació ante la necesidad de proteger la capa de ozono de la Tierra. En 1987, los países firmantes acordaron reducir y eliminar gradualmente el uso de sustancias que agotan la capa de ozono, como los clorofluorocarbonos (CFC). Desde entonces, se ha producido una reducción significativa en la emisión de estas sustancias y eso ha permitido que la capa de ozono se recupere en algunas áreas del planeta.
El Protocolo de Kioto (1997): es un acuerdo internacional adoptado en 1997, que entró en vigor en 2005, y obligaba a los países industrializados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 5,2% en comparación con los niveles de 1990.
Acuerdo de París (2015): El Acuerdo de París es uno de los tratados internacionales más conocidos para abordar el cambio climático. Los países firmantes pactaron mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados Celsius y hacer los esfuerzos necesarios para reducir el aumento de la temperatura global hasta los 1,5 grados. Entre otras medidas, los países presentes también acordaron trabajar juntos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y aumentar la capacidad de adaptación al cambio climático.
Estos son solo algunos de los avances medioambientales más importantes de la humanidad. Si bien todavía hay mucho trabajo por hacer para proteger nuestro planeta, estos acuerdos y programas son un paso en la dirección correcta hacia un futuro más sostenible. Además, en la última década se han acentuado las iniciativas medioambientales ante la urgencia de combatir las consecuencias del cambio climático.
AGENDA 2030 Y ODS, ¿CUÁNTO HEMOS AVANZADO?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un conjunto de objetivos globales establecidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2015 para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar la prosperidad para toda la población mundial. Los ODS incluyen 17 objetivos y 169 metas que se deben alcanzar para el año 2030.
Aunque el progreso en el cumplimiento de los ODS ha sido desigual en diferentes partes del mundo, hay algunos avances significativos. El informe de seguimiento de los ODS de la ONU de 2021 indica que, a pesar de los desafíos y retrocesos causados por la pandemia de COVID-19, algunos países y regiones han logrado avances notables en la implementación de los ODS. Algunos ejemplos son:
- Reducción de la pobreza extrema: Desde 2015, se ha logrado reducir la proporción de personas que viven en la pobreza extrema en todo el mundo del 10,7% al 8,6%.
- Acceso a la educación: En todo el mundo, el acceso a la educación ha mejorado, y la tasa de matriculación en la educación primaria ha aumentado del 83% al 89% desde el año 2000.
- Igualdad de género: Aunque todavía queda mucho trabajo en este sentido, las mujeres han logrado progresos significativos en su posición dentro del mercado laboral y la representación política; especialmente en los países más desarrollados.
- Acceso al agua potable: La proporción de personas que no tienen acceso a agua potable ha disminuido del 18% al 11% desde el año 2000.
- Energía renovable: Desde 2010, el costo de la energía solar y eólica ha disminuido significativamente, lo que ha supuesto un incremento en la adopción de fuentes de energía limpia en todo el mundo.
A pesar de todos estos esfuerzos, todavía estamos lejos de las metas fijadas en la Agenda 2030 y es necesario incrementar el compromiso y la toma de decisiones para alcanzarlas. La comunidad internacional debe fomentar regulaciones más exigentes y apoyar la colaboración público-privada, al tiempo que se realiza una labor didáctica a la población civil, cuya implicación es fundamental si queremos cumplir estos objetivos.
