Desde un punto de vista empresarial el plástico es un material magnífico; su producción es más económica que la de muchos otros materiales, se puede adaptar a múltiples usos, es posible personalizar su color y puede fabricarse de forma industrial. Su descubrimiento supuso una completa revolución comercial, pero había una contrapartida a tantas ventajas, la producción de materiales sostenibles se redujo y aumentaron considerablemente las emisiones de CO2 y los residuos plásticos en todo el planeta.
Del mismo modo que el plástico transformó la industria de los bienes desechables, el sector de la construcción comenzó a sistematizar el uso de materiales más rentables a costa de incrementar el impacto ambiental de sus actividades. Hoy en día, la construcción representa el 40% de las emisiones globales de CO2 y, por este motivo, la concienciación ambiental y social ha llevado a muchas empresas a replantearse su modelo de negocio para pivotar su producción hacia materiales sostenibles.
Actualmente el mercado inmobiliario es plenamente consciente de la necesidad de construir de forma sostenible y por ese motivo se ha incrementado el uso de componentes respetuosos con el medio ambiente y la salud de las personas. Repasamos algunos de los materiales de construcción más sostenibles y que están ganando protagonismo en el mercado actual.
- Adobe: Los bloques de tierra comprimida, también conocidos como adobes o ladrillos de tierra, son fabricados a partir de tierra local, a menudo un subproducto de la construcción o la excavación, lo que reduce la necesidad de extracción de recursos naturales. Estos bloques se compactan en moldes y se dejan secar al sol, evitando la energía intensiva requerida en la fabricación de ladrillos convencionales. Además, tienen un alto rendimiento térmico, lo que puede mejorar la eficiencia energética de los edificios.
- Madera certificada: La madera proveniente de bosques gestionados de manera sostenible ha ganado popularidad como material de construcción. Los sellos de certificación, como el FSC (Consejo de Administración Forestal), garantizan que la madera se cosecha de manera responsable y se replanta para mantener la salud del ecosistema forestal. La madera es un recurso renovable y su uso en la construcción puede ayudar a reducir las emisiones de carbono asociadas con materiales más intensivos en energía.
- Hormigón de bajo carbono: El hormigón es uno de los materiales de construcción más utilizados, pero su producción tradicional es altamente intensiva en carbono. El hormigón de bajo carbono busca mitigar este problema utilizando aglomerantes alternativos, como cenizas volantes o escoria, para reemplazar parte del cemento. Estos materiales reducen la cantidad de carbono liberado durante la producción de hormigón y pueden mejorar sus propiedades a largo plazo.
- Aislamiento natural: Los materiales de aislamiento juegan un papel crucial en la eficiencia energética de los edificios. En lugar de utilizar aislamientos sintéticos basados en petróleo, como la espuma de poliestireno expandido, muchas construcciones están optando por opciones más sostenibles. Esto incluye aislamientos hechos de materiales naturales como lana de oveja, celulosa reciclada, cáñamo y corcho. Estos materiales son renovables, biodegradables y a menudo tienen una menor huella de carbono.
- Tejas solares: La integración de paneles solares en los techos es una forma innovadora de aprovechar la energía solar en los edificios. En lugar de ocupar espacio adicional, las tejas solares reemplazan las tejas convencionales en el tejado y generan electricidad a partir de la luz solar. Esta tecnología reduce la necesidad de fuentes de energía convencionales y contribuye a la transición hacia fuentes de energía renovable.
- Pavimentos de piedra natural: En lugar de optar por pavimentos de hormigón o asfalto, los pavimentos de piedra natural, como el granito, el mármol y el travertino, están ganando popularidad. Estas piedras se extraen de canteras y se cortan en losas para su uso en pavimentos. Al elegir piedra local y evitar el transporte de larga distancia, se puede reducir la huella de carbono asociada con su producción y distribución.
- Pinturas y revestimientos naturales: Las pinturas y revestimientos convencionales a menudo contienen compuestos orgánicos volátiles (COV) que pueden liberar toxinas en el aire interior. En cambio, las pinturas naturales a base de ingredientes como arcilla, cal y pigmentos naturales ofrecen una alternativa más saludable y sostenible. Estos materiales son biodegradables, no tóxicos y tienen un menor impacto ambiental.
- Tejados de paja: Aunque menos comunes, los tejados de paja son una opción intrigante para la construcción sostenible. La paja es un recurso renovable y abundante en muchas regiones agrícolas. Cuando se compacta y se coloca correctamente, puede proporcionar una excelente protección contra el clima y el aislamiento térmico.
- Mortero de cal: El mortero de cal es una mezcla de cal, arena y agua que ha sido utilizada durante siglos en la construcción. A diferencia de los cementos modernos, la producción de cal emite menos carbono. El mortero de cal es versátil y puede utilizarse para revestimientos, restauración de edificios antiguos y construcción de nuevos proyectos.
- Bambú: El bambú es un recurso altamente renovable y rápido de crecer, lo que lo convierte en una excelente alternativa para diversos usos en la construcción, como pisos, paredes y estructuras. Su resistencia y durabilidad lo hacen adecuado para áreas de alto tráfico. Además, su capacidad para absorber carbono durante su rápido crecimiento contribuye a la reducción de las emisiones.
Inconvenientes en la aplicación de materiales sostenibles
Todos estos componentes ofrecen una alternativa sostenible frente a otros más contaminantes, no obstante, todavía hay que salvar ciertos inconvenientes que pueden complicar su uso de forma generalizada. Es necesario señalar y conocer algunos de los problemas más habituales a la hora de implementar materiales sostenibles.
- Costes iniciales: Los materiales sostenibles a menudo tienen costos iniciales más altos en comparación con los materiales convencionales. Esto puede dificultar su adopción, especialmente para proyectos con presupuestos limitados.
- Disponibilidad limitada: Algunos materiales sostenibles pueden no estar fácilmente disponibles en todas las regiones. Además, la variedad de opciones podría ser limitada en comparación con los materiales convencionales, lo que podría restringir la elección del diseñador.
- Capacidad y conocimientos técnicos: La instalación y el manejo de ciertos materiales sostenibles pueden requerir habilidades y técnicas específicas. Los constructores y trabajadores deben recibir capacitación adecuada para garantizar que los materiales se utilicen de manera efectiva y segura.
- Durabilidad y resistencia: En ocasiones, los materiales sostenibles pueden ser menos resistentes al desgaste, la intemperie o la degradación en comparación con los materiales convencionales. Esto podría resultar en una vida útil más corta y requerir un mantenimiento más frecuente
- Compatibilidad con sistemas y diseño existentes: Determinados materiales sostenibles pueden requerir ajustes en los sistemas existentes de la construcción, como cimientos, estructuras o sistemas de servicios públicos. Esto podría aumentar los costos y la complejidad de la implementación. Además, algunos materiales sostenibles podrían tener limitaciones en términos de apariencia y diseño, lo que podría afectar la estética del proyecto arquitectónico.
Por lo tanto, mientras que los materiales sostenibles ofrecen beneficios importantes, es crucial considerar estos posibles inconvenientes y tomar decisiones informadas que equilibren los aspectos positivos y negativos en función de las necesidades específicas del proyecto y las condiciones locales.