Medidas para alcanzar una movilidad urbana sostenible

Limitar el uso de vehículos motorizados se ha convertido en una de las grandes apuestas de renovación urbana para todas las ciudades europeas. Con mayor o menor éxito, en España todas las ciudades comienzan a dar más prioridad al transporte público y a las zonas peatonales, reduciendo así la capacidad de movilidad de coches y motos.

A los medios de transporte tradicionales como la bicicleta se le suman en los últimos años la proliferación de bicis y patinetes eléctricos, que surgen como alternativa económica para recorrer las ciudades. Aún así, los vehículos motorizados siguen siendo los reyes del asfalto urbano y eso genera más contaminación ambiental, ya que agrava las emisiones de CO2, empeora la calidad del aire que respiramos, genera contaminación acústica y limita la movilidad peatonal.

En los últimos años están siendo muy populares a nivel local las acciones tácticas de acondicionamiento o mejora de determinados espacios, para dar solución a problemas concretos. El llamado “urbanismo táctico” ha abanderado un urbanismo para las personas, atento a la diversidad y en general respaldado por procesos participativos”, señala María Paz, responsable de BREEAM Urbanismo en España. “Los ayuntamientos han optado por este tipo de acciones para dar respuesta, de manera ágil, a conflictos en el espacio urbano. De hecho, cada vez está más generalizada la reivindicación del espacio público como espacio de interacción y creación de valor social, que entra en conflicto con modelos de movilidad basados en el vehículo privado”, concluye.

La necesidad de fomentar una movilidad urbana sostenible

Las ciudades consumen el 70% de los recursos naturales del planeta y, además, se espera que dentro de 30 años más de la mitad de la población mundial viva en entornos urbanos. Por todo esto, es necesario adaptar las ciudades hacia un modelo sostenible que permita la convivencia de sus habitantes y su desarrollo sin agravar los problemas sociales y climáticos en los que estamos inmersos.

Aunque el uso diario de los edificios es el principal causante de las emisiones de CO2 de las ciudades, principalmente debido a sus sistemas de climatización y consumo energético, el tráfico también contribuye a la contaminación del aire que respiramos y genera problemas de movilidad y ruido. ¿Qué tendencias en sostenibilidad urbana puede revertir esta situación?

  • Ciudades de 15 minutos: fomentar ciudades policéntricas es una de las tendencias que más pueden contribuir a reducir la dependencia de vehículos motorizados. Se trata de equipar adecuadamente los barrios y distritos de las ciudades para que cualquier habitante tenga todos los servicios que necesita (farmacias, comercio, centros de salud, escuelas, etc.) en un radio máximo de 15 minutos caminando.
  • Accesibilidad al transporte público: es importante planificar y disponer adecuadamente los nodos de transporte público. El acceso rápido y asequible al bus o el metro puede reducir considerablemente el tráfico en los entornos urbanos, con la consiguiente reducción de emisiones de CO2. Para lograrlo es necesario que todas las zonas de la ciudad estén adecuadamente interconectadas y que exista un sistema ágil y eficaz que mejore las prestaciones de los medios de transporte privados.
  • Más carriles para bicis y patinetes: al auge de los patinetes y las bicis eléctricas en los últimos años, se une el equipamiento de bicicletas que muchos ayuntamientos ponen a disposición de sus habitantes para fomentar una movilidad sostenible. Para que su uso sea una alternativa real y segura frente a los vehículos motorizados, se están aumentando los carriles para este tipo de transportes alternativos; mejorando su conexión entre las distintas áreas urbanas para que atravesar una ciudad en bici se convierta en una opción real.
  • Corredores verdes: los parques son fundamentales para absorber parte de la contaminación que genera el tráfico. Los denominados “pulmones verdes” de las ciudades también mitigan el ruido de la circulación y sirven como espacios de descanso para sus habitantes. Algunas ciudades planean conectar los distintos parques de la ciudad a través de corredores verdes. De esta forma consiguen tejer una red natural que mejora la calidad del aire y sirve de zona de tránsito para peatones y ciclistas.
  • Peatonalización de calles: redirigir el tráfico de vehículos particulares hacia la periferia de las ciudades y peatonalizar o semi-peatonalizar las principales arterias urbanas es otra tendencia habitual en la remodelación de las ciudades, que buscan situar al peatón en el centro de los planes de movilidad. Estas medidas permiten disponer de calles despejadas para el ocio, la hostelería o el comercio.

Devolver las calles a las personas

El objetivo de restringir el tráfico en las ciudades no solo tiene un componente medioambiental. Muchas de las medidas mencionadas anteriormente buscan mejorar la movilidad personal de cada habitante, dándole más espacio a las personas, vías de transporte alternativo, espacios saludables y los servicios necesarios cerca de su residencia.

La transformación de las ciudades es gradual, aunque existen desarrollos que persiguen la remodelación completa de grandes espacios y barrios obsoletos o poco equipados. Madrid Nuevo Norte o la Integración del Ferrocarril de Logroño son dos ejemplos exitosos de proyectos que buscan rehabilitar grandes áreas urbanas.

Para abordar proyectos de esta envergadura es necesario utilizar un enfoque sostenible que garantiza la viabilidad social y medioambiental del proyecto. BREEAM Urbanismo es la metodología de BREEAM que sirve como guía para los desarrollos urbanos que aspiran a ser sostenibles y crear comunidades.

“BREEAM Urbanismo aborda la transformación de las ciudades desde un punto de vista estratégico y también táctico. Un ejemplo del enfoque estratégico son las categorías del manual como “Transporte y movimiento”, que aborda el diseño y disponibilidad de infraestructuras de movilidad que fomenten el uso de modos de transporte sostenibles, o la categoría “Bienestar Social y económico”, que tiene en cuenta los factores sociales y económicos que afectan a la salud y bienestar, el diseño inclusivo, o a la creación de comunidades socialmente cohesionadas”. Explica María Paz, responsable de la metodología en España.

Respecto al urbanismo táctico que se mencionado anteriormente, BREEAM Urbanismo reúne en sus diferentes categorías hasta 40 requisitos específicos que permiten llegar a soluciones concretas. En definitiva, se trata de una guía que no solo mejora el rendimiento ambiental de nuestras ciudades, si no que fomenta el desarrollo de comunidades y la cohesión social.

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