Según datos de la ONU, pasamos más del 80% de nuestro tiempo dentro de los edificios, lo que impacta directamente en nuestra salud física y mental si las condiciones no son las adecuadas. Por ese motivo, la categoría de Salud y Bienestar es una de las que más requisitos y mayor peso tienen en la metodología BREEAM®, ya que resulta fundamental que, además de ser eficientes y respetar el medioambiente, los edificios sean entornos saludables en los que poder vivir, trabajar o estudiar.
¿Qué medidas se evalúan para garantizar la salud y el confort de un edificio? Como en cada categoría, los requisitos varían en función del esquema BREEAM® que se haya utilizado durante la certificación del proyecto, no obstante, destacamos algunos ejemplos comunes:
- Priorizar la iluminación natural y contar con sistemas que permitan graduar la luz artificial, de modo que se garantice el confort visual de los usuarios.
- Proteger la salud de las personas a través de una correcta calidad del aire interior. Esto se consigue con sistemas de ventilación adecuados o evitando la presencia de COVs (Compuestos Orgánicos Volátiles) en los revestimientos.
- Garantizar, a través del diseño y de los sistemas de control adecuados, el confort térmico para los usuarios. Por ejemplo, permitiendo a la gente regular la temperatura de cada estancia de forma individualizada y en función de su uso.
- Evaluar adecuadamente la eficiencia acústica del inmueble, evitando además que el ruido exterior sea excesivo o cause molestias.
- Ofrecer un diseño seguro que garantice la accesibilidad del inmueble a todo el mundo, incluyendo a las personas con movilidad reducida.
Estos son algunos ejemplos presentes en nuestros esquemas y que están enfocados en el bienestar del usuario, no obstante, la publicación en 2020 del Nuevo Manual de Vivienda ha supuesto la inclusión de nuevas medidas en la categoría con el fin de adaptar el manual a las novedades sociales y técnicas del mercado residencial:
- Se evalúa positivamente la contratación de un especialista en prevención de riesgos naturales, de manera que realice el estudio pertinente durante la fase de diseño del proyecto para aplicar medidas preventivas ante los potenciales peligros naturales del entorno.
- Incorporar sistemas que minimicen el riesgo de contaminación del agua en las instalaciones y del agua suministrada para el consumo de los usuarios.
- Fomentar la instalación de sistemas de vigilancia y seguridad en las promociones para que el miedo al crimen no socave la calidad de vida de los usuarios.
- Teletrabajo y domótica para promociones residenciales. Es importante que el usuario cuente en su vivienda con un entorno digital que les permita trabajar y ser más eficientes en la gestión de los recursos de su hogar.
Estas medidas pertenecen a la categoría de Salud Y Bienestar, una de las diez que evalúa BREEAM® en sus esquemas. Al igual que otras categorías como la de Transporte, Agua o Ecología, la aplicación de estos requisitos está enfocada al usuario y a la gestión eficiente y sostenible de los edificios.
